29/9/17

¿Autoedición o convencional? Tú eliges







Horas y horas delante de una pantalla, tiempo restado a la familia o al rato de ocio que todos merecemos. Al fin, la novela ya está terminada, la historia completada y nuestro estado de ánimo sube como la espuma al vernos capaces de haber finalizado el reto de escribir un libro. Nuestra autoestima no puede estar más arriba. Sin embargo, ahora llega el momento más arduo, difícil, exasperante y que antes o después puede hacernos muy felices o hundirnos en el barro para siempre: la publicación de la novela.


Hoy día tenemos más opciones para ello que algunos años atrás. A parte de la que ya todos conocemos como edición convencional, para algunos venerada, para otros no tanto, también podemos decantarnos por la autopublicación.... No obstante, queda la duda de cómo hacerlo, por lo menos, para no morir en el intento de hacer algo «decente». No es difícil encontrar en Redes los comentarios de los que les ha ido de maravilla con cada una de estas opciones o por el contrario, escupiendo sapos y culebras por las malas experiencias vividas. Todo esto solo consigue confundir más al escritor novel que desea ver su libro en las estanterías de cualquier librería, llegar a todos los lectores posibles y sueña con ser leído por miles y miles de personas. Sí, no nos engañemos, aquel que escribe anhela ser reconocido como tantos y tantos famosos que copan los primeros puestos en ventas, un Pérez-Reverte, un Silva, una Grandes, una Matute... soñar es gratis y si ellos lo consiguieron es porque se puede lograr. No hablo de lo buena o mala que sea la historia, eso es otro tema diferente, si no de que, contando con que tu novela sea espléndida, qué camino has de optar para no pasar desapercibido. No será de un día para otro, hay que tenerlo también en cuenta, pero si vamos subiendo pequeños escalones con el esfuerzo y constancia, puede que alcancemos esa meta propuesta antes o después.

Y como me han surgido dudas al respecto, nada mejor que ir a la fuente de cada una de ellas. Así que me puse en contacto con Sol Ravassa, editora de la editorial SoldeSol («Autopublicación diferente y de calidad», como indica su eslogan) y Valen Bailon, editor de Editorial Vanir. Ambos tienen su visión del negocio editorial y respondieron a mis preguntas tal que así:

Sol Ravassa. Editorial de autoedición. 

—Hay editoriales de autopublicación que publican todo lo que les llega, en su opinión, ¿cree que es bueno para el mercado o solo sirve para saturarlo de libros que al final no se venden?
En SoldeSol no estamos de acuerdo con esta política y por eso no la seguimos. Esa es nuestra mayor diferencia. Editar un libro es algo muy serio, es una pieza cultural por la que los lectores van a invertir su dinero, por lo tanto es responsabilidad del autor y del editor el que un libro sea honesto con esta función. Luego podrá gustarte la historia o no.
Con la autoedición hemos facilitado que cualquiera pueda ser escritor, y eso es bueno, pero siempre hay que poner un límite, porque no es verdad que todo el mundo valga para ello, o que la obra esté perfecta para salir al mercado conforme nos llega.
Si los lectores compran una obra autoeditada mal escrita, mal editada o carente de interés literario, asociarán esa desafortunada obra a la autoedición en general, no se venderá y además las librerías recibirán reclamaciones. ¿Sobre quién recaerá la culpa: sobre el autor, la editorial, la autoedición…? La autoedición.
Sin una criba nos convertimos en una caja de hacer dinero y dando mala publicidad a los autoeditados que realmente valen y luchan por hacerse un hueco (en el ya difícil) panorama literario, de forma más o menos independiente.
En SoldeSol luchamos cada día contra la frase «si ha tenido que pagarse el autor su obra, no será tan buena», «si no han invertido en su publicación, será porque no vale»… Y no es cierto. La autoedición es una opción tan digna como la edición tradicional, con sus ventajas e inconvenientes, que la harán más ideal para un tipo de escritores que para otros. Nos va a costar cambiar la mentalidad. Ese es nuestro propósito.

—Un autor que decide autopublicar su obra con editorial, ¿cuenta con el apoyo de esta o simplemente le sirve de imprenta?
     En nuestro caso, cuenta con nuestro apoyo desde el momento que decidimos publicarle. Y hasta nos ofende que nos consideren imprenta. Hemos recibido emails pidiendo presupuesto según los datos que nos facilitan, y les respondemos que no trabajamos así. Primero recibimos el manuscrito y hacemos una lectura superficial para valorar si tiene el perfil que buscamos. En caso de que sí, hablamos con el autor y le pasamos un presupuesto. En él incluimos «de serie» la lectura detenida de la obra, corrección editorial y corrección ortotipográfica (salvo que la obra ya venga corregida). Desde que recibimos el primer manuscrito hasta que se envía a imprenta, suelen haber modificaciones encaminadas a mejorar (si no el autor no las habría aceptado) y el 100% de nuestros autores han terminado plenamente satisfechos con el resultado. De hecho, la mayoría que nos llega no entiende una labor «editorial» sin una corrección editorial, ya que aceptan que la visión de un lector cero y profesional es valiosísima para tener una opinión objetiva al margen de su entorno conocido.


—Está claro que el negocio es lo que prima para cualquier empresa, pero ¿hasta qué punto debería implicarse este tipo de editoriales con el autor? ¿No es cierto que cuanto más venda el autor más libros reimprimirá la editorial?
En realidad cada editorial es un mundo, pues depende de quien la gestione, como pasa en todas las empresas. Pero cada cual puede dirigir su negocio de una forma más o menos ética o más o menos rentable.
En nuestro caso, intentamos, no siempre con éxito, encontrar un equilibrio entre lo ético (publicar calidad) y la rentabilidad empresarial. Claro que desearíamos a diario admitir todo lo que recibimos (es dinero fácil), pero no es la ideología de SoldeSol. Creemos en el modelo de autoedición, en la utilidad que le damos a nuestros autores, y que es una carrera de fondo. No pretendemos hacernos ricos con nuestro trabajo (que adoramos porque es vocacional), sino que queremos vivir haciendo lo que nos gusta, y la satisfacción de una buena edición, el orgullo de nuestro catálogo, la confianza y amistad de los autores... son valores que forman parte de nuestro patrimonio y nuestro sueldo, es una parte de «cobro en especies» que nos compensa.
Si la obra es buena y está bien editada, se beneficia la cadena escritor-editorial-autoedición (prestigio). Si la obra se vende, la marca SoldeSol estará introducida en las casas (publicidad). El autor reimprimirá (beneficios) y estará satisfecho por lo que nos recomienda a todo el mundo (promoción).
Cada obra nos devuelve prestigio, publicidad, dinero y promoción, ¿cómo no vamos a implicarnos?

—Uno de los obstáculos a los que debe enfrentarse el autor autoeditado es la invisibilidad. ¿Qué medidas puede tomar para hacerse ver dentro del sector?
Hoy en día, con tanta visibilidad, nos hemos vuelto todos invisibles. Tanto si te publica una tradicional, como tu mismo (y tenemos amigos en ambos casos) tienes que moverte (y mucho) por las redes, eventos, conferencias… para dar a conocer tu obra.
La mejor medida para ser visible es tener un buen producto. Cuando decides ser escritor, te conviertes en comercial y embajador de tu libro. Ayuda que te respalde una editorial con cierto prestigio, pues las librerías estarán más dispuestas a abrirte sus puertas y ofrecerte participar en eventos que organicen. También cada vez más, hay lectores que les gusta descubrir nuevos autores Indies y confían en los criterios de selección de ciertas editoriales. La participación de eventos es de vital importancia para la visibilidad, independientemente de las ventas, pero la organización se encargará de mover tu título en su programación y cartelería. Contactar con blogueros de reseñas de libros también es una buena manera de obtener críticas constructivas y darse a conocer. Si bien las redes están tan masificadas que es difícil destacar, también es cierto que es una genial manera de llegar a grandes cantidades de lectores.

—Uno de los puntos fuertes que se barajan siempre en la autoedición es que el autor mantiene siempre el control sobre su obra, pero también recae sobre él el éxito o fracaso de la misma, ¿hay alguna pauta a seguir para que su libro llegue a más lectores o solo depende de la suerte?
La manera fundamental de lograr éxito es que la historia sea buena. No debe gustarle a todo el mundo, (no me gusta todo lo que publican mis escritores favoritos, pero no puedo decir «está mal escrito» o «es una mala obra»). El éxito debe medirse según los objetivos que se plantee el autor, siempre que sean alcanzables. Muchos buscan gustar a sus lectores. Otros llegar a muchos, independientemente de si les gusta o no. Quizá buscan escribir una historia correcta, aunque no aporte nada, o escribir algo tan original sabiendo que será del gusto de una minoría…
Lo que el escritor autoeditado debe tener claro es que debe ser cabeza visible de su novela. Si no hace por tener contactos, por dejarse ver, participar, salir a la calle… el libro, por buenísimo que sea, no verá la luz. Hay autores que son tímidos, apocados, que no son capaces de hablar en público… y eso no ayuda al éxito. Pero ojo, que en la tradicional pasaría igual: si no logran las ventas estimadas, destruyen los libros y se dedican a otro autor.

—¿Por qué la autoedición?
Cuando ven nuestras ediciones, tanto lectores como libreros nos dicen que al final seremos editorial tradicional. En realidad, no somos de autoedición porque no creamos en los autores, o porque no dispongamos del capital para invertir. Creemos que la autoedición es la evolución natural de la edición. Los modelos han cambiado.
Al no depender de las ventas, no seleccionamos las obras por la capacidad de venta del autor, lo novedoso de la historia, no hacemos un plan de marketing de costes y ventas… no es nuestra profesión. Con la autoedición damos la oportunidad a que un escritor publique una novela cuyo argumento «no esté de moda». Seleccionamos por la calidad y porque el proyecto nos resulte atractivo. Eso hace que nuestras ediciones tengan un mimo como valor añadido. Como no asumimos gastos, ofrecemos las mejores calidades de impresión para que el libro no solo sea bonito, sino que cuando lo tengas en la mano, sepas que tiene un «señor libro». Cobramos por hacer una buena edición, solo nos importa eso.  Y una buena edición ayudará a la venta. El autor por su parte, en su fin de recuperar la inversión, estará motivado en vender la obra. Si se vende, el autor vuelve, reimprime y hasta nos recomendará. Ambas partes nos implicamos para que las dos ruedas del carro giren y el engranaje funcione.
Por experiencia sabemos que si el autor no ha puesto dinero, no está motivado a vender. Los beneficios, sean los que sean, serán bien venidos porque son a coste cero. Y al editor lo que le importa es vender libros, del autor que sea. Es un modelo que creemos pasivo y algo arcaico.
Por otro lado, hay autores que saben moverse y que además les gusta. Saben que en una tradicional le estarán haciendo el trabajo a la editorial, así que deciden «trabajar para ellos mismos». A otros les gusta ser independientes, y escribir sobre el tema que quieran sin censuras o imposiciones. Quienes quieren cumplir otros objetivos, necesitan de una plataforma inicial para ser vistos y que se les reconozca, por lo que la autoedición es un buen comienzo. Por todo esto, la autoedición cumple una labor concreta que suma a la edición, no es que rivalice con otros modelos, sino que tiene su propio espacio.
El resumen de todo esto es dividir la producción literaria y cultural entre quienes quieren ser escritores y quienes solo buscan «cumplir una ilusión» y no entre tradicional o autoedición. Todos estamos en el mismo barco y deberíamos tener los mismos objetivos.


Por otro lado, las respuestas del editor de  Editorial Vanir, quizás puedan sorprenderte...

—A parte de que la obra recibida sea buena, ¿hay otros factores que un editor tenga en cuenta a la hora de publicar un manuscrito que le llega de un escritor desconocido?
     Cuando hablamos de un manuscrito que te llega a la editorial ya sea vía postal, mail etc... de alguien que no conoces, es muy importante la forma en que te muestran el proyecto. Es decir: la forma en presentarse el autor, la forma de introducir su obra, la sinopsis... etc.
Hay gente que te manda un correo electrónico diciéndote: «Hola mi nombre es “X” y os dejo un fragmento de mi obra por si os interesa...», y ya está.
En cambio existen otros autores que te envían su currículo, te resumen la obra y te narran el porqué de haberla escrito, hasta a veces nos han enviado algún tráiler audiovisual para que veamos y entendamos mejor cómo es la obra.
Con esto quiero decir, que en un mundo donde cuesta muchísimo que editen a escritores noveles, aparte de que la obra llame la atención desde el primer capítulo, es muy importante la presentación del proyecto a la editorial y la mayoría de las veces este punto es el gran olvidado.

—¿Se descartan propuestas editoriales si el libro contiene muchos errores de cualquier tipo o por el contrario no es un motivo real para ello y se trabaja con él si se perfila como una buena historia?
En este mundo todo suma o resta, retomando el hilo de la pregunta anterior, si el libro está bien presentado suma, eso no cabe duda.
Y en este caso, si bien lo que interesa es que la trama del manuscrito sea adictiva e interesante desde el principio, si la obra está llena de faltas ortográficas, de estilo etc., pues, sinceramente, resta, pero no va a ser totalmente decisivo.
Yo siempre he dicho que la ortografía y la escritura profesional se pueden aprender y enseñar, pero el arte de imaginar y crear buenas historias y tramas es mucho más complejo, ya que forma parte del espíritu artístico de cada uno.
Así que yo prefiero mil veces, un artista que no escriba del todo bien pero sea capaz de imaginar historias increíbles que sorprendan al lector, que un escritor con una pluma increíble pero sin esa imaginación que te hace diferente del resto...

—También es cierto que en literatura casi todo está ya inventado o creado, entonces ¿qué es lo que busca un editor para publicar un libro?
Precisamente por lo que has comentado en tu pregunta, lo que buscamos los editores, por lo menos nosotros, es un manuscrito que te sorprenda, que no sea lo mismo que hay en el mercado pero cambiando personajes y contextos, necesitamos algo con lo que nos quedemos sorprendidos y con ganas de saber más... Te aseguro que no es fácil.

—¿Lo original puede producir rechazo frente a unos lectores acostumbrados a lo de «siempre»?
Yo, personalmente, prefiero ser original y arriesgarme al rechazo que el ser uno más del montón... Nosotros hemos rechazado obras de autores que sabíamos que íbamos a vender bien por el nombre del escritor, porque no nos decían nada.
Desde que montamos Editorial Vanir, una de nuestras bases es que lo más importante son nuestros lectores, si no les damos algo diferente y con calidad les estaremos fallando y eso es algo que no nos podemos permitir...

 —¿Qué ventajas puede encontrar un escritor con una editorial convencional frente a la autopublicación, en la que es dueño de su obra al cien por cien?
Mucha gente piensa que por ser editor estoy a favor de que la gente edite en editoriales o que voy a defender el hecho de que publiquen en editoriales. Yo lo bueno es que tengo las dos versiones, porque soy escritor y editor, y en ningún momento estoy a favor o en contra de autopublicarse o editarse con una editorial. Yo creo que cada momento y cada autor tiene su mejor forma de hacer las cosas. Si un autor me viene y me pregunta qué puede hacer, ya que las editoriales no le cogen el manuscrito, pues por supuesto que te puedes autopublicar. Es una plataforma increíble que hace algún tiempo no existía y ahora todos los autores podemos mostrar nuestras obras, venderlas... y muchas personas han saltado a la fama y después las han cogido incluso editoriales grandes por haber leído sus obras autopublicadas. O sea, que para mí la autopublicación me parece maravilloso. Por otro lado, con una editorial tienes detrás, aunque no todas son así, pero vas a tener una más profesionalización, una corrección, un diseño y algo muy importante: que tu libro también esté en papel, si la editorial tiene una distribuidora en condiciones, tus libros van a estar por todas las librerías... entonces, la diferencia entre tenerlo en Amazon, que en un principio lo vas a tener en ebook, es que la gente va ir a las librerías y no lo va a encontrar, y con una editorial con una distribuidora potente, tu libro va a estar en todas las librerías de España.
      Conozco a escritores autopublicados que venden muchísimo y no quieren ni hablar de editoriales, así que me parece genial las dos formas, pero hay que saber hacerle a cada autor un traje a medida y saber que es su mejor opción.


—¿Cómo sabe el autor cuál es esa mejor opción? ¿Cuando no te aceptan el manuscrito las editoriales?, porque la autopublicación siempre está ahí disponible para todos.
     Si eres un autor novel y no hay una editorial que quiera publicar la obra, no te queda otra opción que autopublicarte. Yo, la única opción por la que me decantaría por una editorial es porque esta me suma muchos factores, es decir, consigo un porcentaje bueno del libro, que detrás de esa editorial hay una corrección, una maquetación y un diseño, que me van a distribuir el libro por todas las librerías españolas, que van a hacerme promoción, que es una editorial que tiene tentáculos en las Redes Sociales, en definitiva, que sea una editorial que le va a sumar a mi libro, que hoy en día hay muchas editoriales que te cogen el libro y te dicen que te lo van a sacar en digital y luego si se vende mucho lo imprimen en papel, pues, entonces, yo, personalmente, como autor que soy, me autoeditaría siempre.
     La razón por la que cojas una editorial tiene que ser que realmente sume, porque te puede aportar muchas cosas que un autor novel necesita como un empuje muy fuerte para que la gente te empiece a conocer y si esa plataforma te puede dar esa difusión, pues mira, eso es lo que ganas. Que por supuesto, hay muchos escritores que lo han subido a Amazon, Wattpad y otras... y su libro ha empezado a funcionar, los han conocido mucha gente, pero son los menos casos posibles. Normalmente, si no tienes un empujón que te dé a conocer es muy difícil que de la noche a la mañana vendas muchísimo. 
    Así que yo, si no me lo cogen, no tendría ningún problema en autoeditarme y si tengo una editorial que se interesa en mi obra, tengo que estudiar muy bien lo que me ofrece, lo que me va a aportar, para tomar luego la decisión definitiva. 

—¿Qué consejo le daría a un escritor que quiere publicar su primera novela y no sabe por qué opción decantarse?
Si el autor ha probado con las editoriales y ninguna ha mostrado interés en su obra o quiere él probar su camino, yo veo totalmente loable autoeditarse, me parece algo fantástico, una herramienta increíble, pero hay que ser profesionales. Si vas a presentar tu obra en Amazon, tienes que asegurarte de que tu obra está bien corregida, y tiene la calidad suficiente como para ser publicada, porque si no puedes cometer el grandísimo error de que te puedes enterrar tú mismo como autor.
Sé de autores noveles que subieron su obra a Amazon y cometieron el error de no corregirla o de que estaba bien corregida o de dejársela a un amigo que le había dicho que sabía corregir para que se la corrigiese y, al final, lo único que tuvieron fueron tantas críticas en Amazon que tuvieron que cambiarse el nombre de autor, porque habían lapidado ya un nombre con el que habían empezado su andadura por la escritura. Así que hagas lo que hagas, lo tienes que hacer muy profesional.
¿Que quieres autopublicarte? Fantástico. Una vez que lo hagas intenta dar la máxima publicidad, hacerte conocer en Redes Sociales, que es otra arma que tenemos increíble. Hoy tenemos a los lectores ahí, en Facebook, hay que buscarlos, no es como antes que tenías que hacer mucha publicidad, periódicos y todo, ahora no. Ahora tienes en las Redes a tus lectores, así que los puedes ir a buscar. En definitiva, hagas lo que hagas, que lo hagas profesional. Si optas por una editorial o tienes la suerte de que una editorial se fije en tu libro, pues también es una buenísima opción porque sabes que el libro que salga al mercado va a estar cuidado, mimado, corregido, maquetado, diseñado y si tiene una buena distribuidora, como he dicho antes, también va a estar visible en las librerías, lo cual es algo importante. Así que, sí, tienes que ser superprofesional.

Tal vez haya sembrado más dudas en un campo donde no todo son flores, pero lo que sí hay que tener claro es que ya no existe el monopolio, ya se puede elegir el camino que se quiere seguir sin pensar que por ser autoeditado tenemos una obra de segunda, y que por ser convencional tenemos todo el oro ganado y solo esperamos recibir laureles. En ambas circunstancias hay que luchar por alcanzar nuestros objetivos, sean los que sean.

Meditarlo bien y valorar todas las posibilidades es lo mejor que se puede hacer antes de declinarte por un sitio u otro. Extrayendo conceptos de estas entrevistas podemos encontrar que la autoedición no compite con la editorial convencional, pero hay que tener muy claro que todo hay que hacerlo muy profesional o por el contrario las ilusiones se evaporaran más rápido de lo que pensamos. Ambas formas están obligadas a ello por el bien de cada uno y el del lector, porque menos aún debemos olvidar que ninguna de ellas existiría si no fuera por el trabajo del autor. 

Queda también la duda de qué pasa realmente por la cabeza del editor, tanto convencional como autoedición para decidir si una obra entra o no dentro de su catálogo. Eso nunca llegaremos a saberlo, pero sí tengo claro después de haber corregido tantísimas novelas de escritores autopublicados es que las obras a parte de ser buenas y todo lo demás asociado a la edición, han de ser originales, que no repitan clichés, aunque a veces un cliché puede ser lo que busca el lector, y sobre todo que no nos encontremos con un texto tan plano que solo conduzca al lector a cerrar el libro antes llegar a su «fin». No es tarea fácil para nadie la creación de una gran novela, todo está en hacer un buen trabajo con ella después de escribirla.


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