Harry Wolf es el primer libro que leo de Laura Sanz. Fíjate bien en su portada, a mí, me impactó solo verla. Tiene tal fuerza que habla por sí sola, y fue lo que me hizo decantarme por este libro y no otro en ese momento. Y después de leerlo, me alegro mucho de haberlo hecho.
Una obra de un sufrimiento autoimpuesto y continuado en el tiempo debido a la culpa, en la que su autora retrata un personaje atormentado, Harry Wolf, en una historia romántica que enamora gracias a su forma tan personal de narrar. Dulzura, ternura, nuevas ilusiones y esperanzas, dolor, sentimientos encontrados, culpabilidad tras la pérdida… la cara y la cruz de una vida rota, ¿cómo puede un alma soportar todo esto sin quebrar en algún momento?
En la vida de Harry entra Sara, joven, apasionada, guapa… y nada vuelve a ser como antes, su soledad empieza a pedir a gritos compañía, sin embargo, su mente y corazón se baten en duelo porque todo permanezca como estaba, ya que él no merece algo mejor.
Las escenas que crea Sanz van construyendo un personaje que evoluciona poco a poco, con miedos e inseguridades, con luces en las sombras, y que empieza a apostar por un futuro. .
Te recomiendo que lo leas, todavía lo tengo en la mente: el amoroso «Kárpov», ese cigarrillo compartido, la partida de ajedrez junto a la chimenea… no te cuento nada más, es de los libros que hay que disfrutar entre todo el dolor que narra.
¿Cuánto sufrimiento puede soportar la naturaleza humana?¿Pueden las circunstancias tener más peso que la supervivencia?¿La culpabilidad debe ser más importante que la propia vida?
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