El verano quedó atrás, con sus largos días de sol y playa,
con sus altas temperaturas que casi hacen que me derrita al ser tan sofocantes
como otros años, pero no por ello he dejado de leer. Aunque sí debo decir
que menos de lo que me hubiera gustado, ya que mi pretensión era haber
conseguido leer cinco libros como mínimo, para ir cumpliendo el reto de vaciar mi
estantería de libros atrasados. Y aunque solo han sido tres, los he disfrutado como una niña pequeña
con un juguete nuevo. Siempre es así. Pero el motivo de mi baja productividad
lectora no ha sido por un merecido descanso veraniego, ni mucho menos. El
tiempo que me ha faltado lo he empleado en otro proyecto que ya te contaré
cuando vea la luz. Por el momento, te hablo de estas tres obras, a ver qué te
parecen a ti.
o
El primero en leer fue este, «Un refugio en Katmandú». Cuando salió a la venta, recuerdo que leí, en palabras de su
autora que «no era la típica novela romántica que
cuenta una historia de amor», lo que me hizo sospechar que era posible que esta
novela me defraudara en cuanto a lo que yo esperaba de un «Ibirika». Desde que descubrí su primera novela «Entre sueños» he seguido la trayectora de Ángeles Ibirika hasta este último y he podido ver
como con cada nueva historia que veía la luz yo quedaba más encantada. Y con
este no ha sido distinto.
«Katmandú» es mucho más de lo que yo esperaba. La siempre
sencilla y elegante narrativa de Ángeles Ibirika me enamoró una vez más, y
cuanto más leía más me gustaba. Las descripciones de los lugares, gentes,
costumbres, tradiciones de Nepal, Katmandú y otros pequeños lares como montañas
y valles que en la obra se detallan son verdaderamente maravillosos. Desde el
principio perfila una trama de intriga que no me esperaba y al llegar a los últimos
capítulos la sorpresa ha sido muy notoria. Desvelar parte de ella sería un
sacrilegio, por lo que te invito a leerla y quien quiera hacerlo ha de saber que encontrará algo diferente en cuanto al estilo de la autora, sin perder su esencia y que
terminará con alguna lágrima al borde de sus ojos como me ha pasado a mí. Sin
duda, «Un refugio en Katmandú» es una novela de las que perduran en el recuerdo
como todavía lo hacen sus libros anteriores. A través de Twitter, Ángeles me
confesaba que el final me gustaría, y sin duda, tengo que darle la razón. Su
final es de película, como toda su obra.
o
Conocí a Manuel Morales García en un evento literario
celebrado en Almería en 2014, y desde entonces su novela estaba esperando en la
estantería. Su título me llamó la atención, «Allá en la otra orilla» y el
diseño de portada me pareció un canto a la esperanza y a una vida mejor. La historia que contiene consiguió remover
entrañas y que saliera a flote cierta rabia e impotencia sobre la imposibilidad
de hacer algo para que situaciones así no vuelvan a suceder. Aunque sus
primeras páginas no consiguieron engancharme, pensaba que se trataría de un
drama más, la narrativa de Morales consiguió que siguiera leyendo hasta que lo terminara. Y ahora que la he leído y observo de nuevo su portada, puedo ver
a la protagonista en ella, que después de soportar situaciones muy duras en las
que se envuelta sin pretenderlo, alza los brazos ante una nueva libertad, allá,
en la otra orilla. Una novela que hay que leer.
La generosidad de su autor hará que este done un euro de
cada ejemplar vendido a Cruz Roja de
Lorca, su lugar de residencia.
o
Sí. Ya sé que esta novela es reciente, creo que salió a
principios de verano. Pero es una de esas novelas que dices, «tengo que leerla»
y no he podido resistirme a ella. Su autora, Helena Nieto, es una de las que no
me planteo si me gustará cada nuevo libro que publica.
Aunque Andrés, protagonista de «Tras los besos perdidos», me
cautivó cuando leí su historia, «Entre acordes» se posiciona, en mi opinión,
como la mejor novela hasta el momento de Helena Nieto. No puedo decir más que es una historia preciosa en la que puedo observar una evolución de su autora en cuanto a la hora de perfilar la historia, con su estilo personal más marcado si cabe, en la que introduce, como una novedad respecto a sus novelas anteriores, escenas de sexo tan dulces como picantes. Aunque yo prefiero decir que es una autora que narra sentimientos, en esta ocasión, los ha unido con el erotismo de una manera muy especial en un argumento muy realista, de hoy en día.
Si te gusta la novela romántica, tienes que leerla.
Si te gusta la novela romántica, tienes que leerla.
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