Horas y horas delante de una pantalla, tiempo restado a la familia o al rato de ocio que todos merecemos. Al fin, la novela ya está terminada, la historia completada y nuestro estado de ánimo sube como la espuma al vernos capaces de haber finalizado el reto de escribir un libro. Nuestra autoestima no puede estar más arriba. Sin embargo, ahora llega el momento más arduo, difícil, exasperante y que antes o después puede hacernos muy felices o hundirnos en el barro para siempre: la publicación de la novela.
Hoy día tenemos más opciones para ello que algunos años atrás. A parte de la que ya todos conocemos como edición convencional, para algunos venerada, para otros no tanto, también podemos decantarnos por la autopublicación.... No obstante, queda la duda de cómo hacerlo, por lo menos, para no morir en el intento de hacer algo «decente». No es difícil encontrar en Redes los comentarios de los que les ha ido de maravilla con cada una de estas opciones o por el contrario, escupiendo sapos y culebras por las malas experiencias vividas. Todo esto solo consigue confundir más al escritor novel que desea ver su libro en las estanterías de cualquier librería, llegar a todos los lectores posibles y sueña con ser leído por miles y miles de personas. Sí, no nos engañemos, aquel que escribe anhela ser reconocido como tantos y tantos famosos que copan los primeros puestos en ventas, un Pérez-Reverte, un Silva, una Grandes, una Matute... soñar es gratis y si ellos lo consiguieron es porque se puede lograr. No hablo de lo buena o mala que sea la historia, eso es otro tema diferente, si no de que, contando con que tu novela sea espléndida, qué camino has de optar para no pasar desapercibido. No será de un día para otro, hay que tenerlo también en cuenta, pero si vamos subiendo pequeños escalones con el esfuerzo y constancia, puede que alcancemos esa meta propuesta antes o después.
Hoy día tenemos más opciones para ello que algunos años atrás. A parte de la que ya todos conocemos como edición convencional, para algunos venerada, para otros no tanto, también podemos decantarnos por la autopublicación.... No obstante, queda la duda de cómo hacerlo, por lo menos, para no morir en el intento de hacer algo «decente». No es difícil encontrar en Redes los comentarios de los que les ha ido de maravilla con cada una de estas opciones o por el contrario, escupiendo sapos y culebras por las malas experiencias vividas. Todo esto solo consigue confundir más al escritor novel que desea ver su libro en las estanterías de cualquier librería, llegar a todos los lectores posibles y sueña con ser leído por miles y miles de personas. Sí, no nos engañemos, aquel que escribe anhela ser reconocido como tantos y tantos famosos que copan los primeros puestos en ventas, un Pérez-Reverte, un Silva, una Grandes, una Matute... soñar es gratis y si ellos lo consiguieron es porque se puede lograr. No hablo de lo buena o mala que sea la historia, eso es otro tema diferente, si no de que, contando con que tu novela sea espléndida, qué camino has de optar para no pasar desapercibido. No será de un día para otro, hay que tenerlo también en cuenta, pero si vamos subiendo pequeños escalones con el esfuerzo y constancia, puede que alcancemos esa meta propuesta antes o después.
Y como me han surgido dudas al respecto, nada mejor que ir a la fuente de cada una de ellas. Así que me puse en contacto con Sol Ravassa, editora de la editorial SoldeSol («Autopublicación diferente y de calidad», como indica su eslogan) y Valen Bailon, editor de Editorial Vanir. Ambos tienen su visión del negocio editorial y respondieron a mis preguntas tal que así:
Sol Ravassa. Editorial de autoedición.
—Hay editoriales de autopublicación que publican todo lo que les llega,
en su opinión, ¿cree que es bueno para el mercado o solo sirve para saturarlo
de libros que al final no se venden?
En SoldeSol no
estamos de acuerdo con esta política y por eso no la seguimos. Esa es nuestra
mayor diferencia. Editar un libro es algo muy serio, es una pieza cultural por
la que los lectores van a invertir su dinero, por lo tanto es responsabilidad
del autor y del editor el que un libro sea honesto con esta función. Luego
podrá gustarte la historia o no.
Con la
autoedición hemos facilitado que cualquiera pueda ser escritor, y eso es bueno,
pero siempre hay que poner un límite, porque no es verdad que todo el mundo
valga para ello, o que la obra esté perfecta para salir al mercado conforme nos
llega.
Si los
lectores compran una obra autoeditada mal escrita, mal editada o carente de
interés literario, asociarán esa desafortunada obra a la autoedición en general,
no se venderá y además las librerías recibirán reclamaciones. ¿Sobre quién
recaerá la culpa: sobre el autor, la editorial, la autoedición…? La
autoedición.
Sin una criba
nos convertimos en una caja de hacer dinero y dando mala publicidad a los autoeditados
que realmente valen y luchan por hacerse un hueco (en el ya difícil) panorama
literario, de forma más o menos independiente.
En SoldeSol
luchamos cada día contra la frase «si ha tenido que pagarse el autor su obra,
no será tan buena», «si no han invertido en su publicación, será porque no
vale»… Y no es cierto. La autoedición es una opción tan digna como la edición
tradicional, con sus ventajas e inconvenientes, que la harán más ideal para un
tipo de escritores que para otros. Nos va a costar cambiar la mentalidad. Ese
es nuestro propósito.
—Un autor que decide autopublicar su obra con editorial, ¿cuenta con el
apoyo de esta o simplemente le sirve de imprenta?
En nuestro
caso, cuenta con nuestro apoyo desde el momento que decidimos publicarle. Y
hasta nos ofende que nos consideren imprenta. Hemos recibido emails pidiendo
presupuesto según los datos que nos facilitan, y les respondemos que no
trabajamos así. Primero recibimos el manuscrito y hacemos una lectura
superficial para valorar si tiene el perfil que buscamos. En caso de que sí,
hablamos con el autor y le pasamos un presupuesto. En él incluimos «de serie» la
lectura detenida de la obra, corrección editorial y corrección ortotipográfica
(salvo que la obra ya venga corregida). Desde que recibimos el primer
manuscrito hasta que se envía a imprenta, suelen haber modificaciones
encaminadas a mejorar (si no el autor no las habría aceptado) y el 100% de
nuestros autores han terminado plenamente satisfechos con el resultado. De
hecho, la mayoría que nos llega no entiende una labor «editorial» sin una
corrección editorial, ya que aceptan que la visión de un lector cero y
profesional es valiosísima para tener una opinión objetiva al margen de su
entorno conocido.
—Está claro que el negocio es lo que prima para cualquier empresa, pero
¿hasta qué punto debería implicarse este tipo de editoriales con el autor? ¿No
es cierto que cuanto más venda el autor más libros reimprimirá la editorial?
En realidad
cada editorial es un mundo, pues depende de quien la gestione, como pasa en
todas las empresas. Pero cada cual puede dirigir su negocio de una forma más o
menos ética o más o menos rentable.
En nuestro
caso, intentamos, no siempre con éxito, encontrar un equilibrio entre lo ético
(publicar calidad) y la rentabilidad empresarial. Claro que desearíamos a
diario admitir todo lo que recibimos (es dinero fácil), pero no es la ideología
de SoldeSol. Creemos en el modelo de autoedición, en la utilidad que le damos a
nuestros autores, y que es una carrera de fondo. No pretendemos hacernos ricos
con nuestro trabajo (que adoramos porque es vocacional), sino que queremos
vivir haciendo lo que nos gusta, y la satisfacción de una buena edición, el
orgullo de nuestro catálogo, la confianza y amistad de los autores... son
valores que forman parte de nuestro patrimonio y nuestro sueldo, es una parte
de «cobro en especies» que nos compensa.
Si la obra es
buena y está bien editada, se beneficia la cadena escritor-editorial-autoedición
(prestigio). Si la obra se vende, la marca SoldeSol estará introducida en las
casas (publicidad). El autor reimprimirá (beneficios) y estará satisfecho por
lo que nos recomienda a todo el mundo (promoción).
Cada obra nos
devuelve prestigio, publicidad, dinero y promoción, ¿cómo no vamos a
implicarnos?
—Uno de los obstáculos a los que debe enfrentarse el autor autoeditado
es la invisibilidad. ¿Qué medidas puede tomar para hacerse ver dentro del
sector?
Hoy en día,
con tanta visibilidad, nos hemos vuelto todos invisibles. Tanto si te publica
una tradicional, como tu mismo (y tenemos amigos en ambos casos) tienes que
moverte (y mucho) por las redes, eventos, conferencias… para dar a conocer tu
obra.
La mejor
medida para ser visible es tener un buen producto. Cuando decides ser escritor,
te conviertes en comercial y embajador de tu libro. Ayuda que te respalde una
editorial con cierto prestigio, pues las librerías estarán más dispuestas a
abrirte sus puertas y ofrecerte participar en eventos que organicen. También
cada vez más, hay lectores que les gusta descubrir nuevos autores Indies y confían en los criterios de
selección de ciertas editoriales. La participación de eventos es de vital
importancia para la visibilidad, independientemente de las ventas, pero la
organización se encargará de mover tu título en su programación y cartelería.
Contactar con blogueros de reseñas de libros también es una buena manera de
obtener críticas constructivas y darse a conocer. Si bien las redes están tan
masificadas que es difícil destacar, también es cierto que es una genial manera
de llegar a grandes cantidades de lectores.
—Uno de los puntos fuertes que se barajan siempre en la autoedición es
que el autor mantiene siempre el control sobre su obra, pero también recae
sobre él el éxito o fracaso de la misma, ¿hay alguna pauta a seguir para que su
libro llegue a más lectores o solo depende de la suerte?
La manera
fundamental de lograr éxito es que la historia sea buena. No debe gustarle a
todo el mundo, (no me gusta todo lo que publican mis escritores favoritos, pero
no puedo decir «está
mal escrito» o «es una mala obra»). El éxito debe medirse según los objetivos
que se plantee el autor, siempre que sean alcanzables. Muchos buscan gustar a
sus lectores. Otros llegar a muchos, independientemente de si les gusta o no.
Quizá buscan escribir una historia correcta, aunque no aporte nada, o escribir
algo tan original sabiendo que será del gusto de una minoría…
Lo que el
escritor autoeditado debe tener claro es que debe ser cabeza visible de su novela.
Si no hace por tener contactos, por dejarse ver, participar, salir a la calle…
el libro, por buenísimo que sea, no verá la luz. Hay autores que son tímidos,
apocados, que no son capaces de hablar en público… y eso no ayuda al éxito.
Pero ojo, que en la tradicional pasaría igual: si no logran las ventas
estimadas, destruyen los libros y se dedican a otro autor.
—¿Por qué la autoedición?
Cuando ven
nuestras ediciones, tanto lectores como libreros nos dicen que al final seremos
editorial tradicional. En realidad, no somos de autoedición porque no creamos
en los autores, o porque no dispongamos del capital para invertir. Creemos que
la autoedición es la evolución natural de la edición. Los modelos han cambiado.
Al no depender
de las ventas, no seleccionamos las obras por la capacidad de venta del autor,
lo novedoso de la historia, no hacemos un plan de marketing de costes y ventas…
no es nuestra profesión. Con la autoedición damos la oportunidad a que un
escritor publique una novela cuyo argumento «no esté de moda». Seleccionamos
por la calidad y porque el proyecto nos resulte atractivo. Eso hace que
nuestras ediciones tengan un mimo como valor añadido. Como no asumimos gastos,
ofrecemos las mejores calidades de impresión para que el libro no solo sea
bonito, sino que cuando lo tengas en la mano, sepas que tiene un «señor libro».
Cobramos por hacer una buena edición, solo nos importa eso. Y una buena edición ayudará a la venta. El
autor por su parte, en su fin de recuperar la inversión, estará motivado en
vender la obra. Si se vende, el autor vuelve, reimprime y hasta nos recomendará.
Ambas partes nos implicamos para que las dos ruedas del carro giren y el
engranaje funcione.
Por
experiencia sabemos que si el autor no ha puesto dinero, no está motivado a
vender. Los beneficios, sean los que sean, serán bien venidos porque son a
coste cero. Y al editor lo que le importa es vender libros, del autor que sea.
Es un modelo que creemos pasivo y algo arcaico.
Por otro lado,
hay autores que saben moverse y que además les gusta. Saben que en una
tradicional le estarán haciendo el trabajo a la editorial, así que deciden «trabajar
para ellos mismos». A otros les gusta ser independientes, y escribir sobre el
tema que quieran sin censuras o imposiciones. Quienes quieren cumplir otros
objetivos, necesitan de una plataforma inicial para ser vistos y que se les
reconozca, por lo que la autoedición es un buen comienzo. Por todo esto, la
autoedición cumple una labor concreta que suma a la edición, no es que rivalice
con otros modelos, sino que tiene su propio espacio.
El resumen de
todo esto es dividir la producción literaria y cultural entre quienes quieren
ser escritores y quienes solo buscan «cumplir una ilusión» y no entre
tradicional o autoedición. Todos estamos en el mismo barco y deberíamos tener
los mismos objetivos.
Por otro lado, las respuestas del editor de Editorial Vanir, quizás puedan sorprenderte...
—A parte de que la obra recibida sea buena, ¿hay otros factores que un
editor tenga en cuenta a la hora de publicar un manuscrito que le llega de un
escritor desconocido?
Cuando
hablamos de un manuscrito que te llega a la editorial ya sea vía postal, mail
etc... de alguien que no conoces, es muy importante la forma en que te muestran
el proyecto. Es decir: la forma en presentarse el autor, la forma de introducir
su obra, la sinopsis... etc.
Hay gente
que te manda un correo electrónico diciéndote: «Hola mi nombre es “X” y os dejo un fragmento
de mi obra por si os interesa...», y ya está.
En cambio
existen otros autores que te envían su currículo, te resumen la obra y te
narran el porqué de haberla escrito, hasta a veces nos han enviado algún tráiler
audiovisual para que veamos y entendamos mejor cómo es la obra.
Con esto
quiero decir, que en un mundo donde cuesta muchísimo que editen a escritores
noveles, aparte de que la obra llame la atención desde el primer capítulo, es
muy importante la presentación del proyecto a la editorial y la mayoría de las
veces este punto es el gran olvidado.
—¿Se descartan propuestas editoriales si el libro contiene muchos
errores de cualquier tipo o por el contrario no es un motivo real para ello y
se trabaja con él si se perfila como una buena historia?
En este mundo
todo suma o resta, retomando el hilo de la pregunta anterior, si el libro está
bien presentado suma, eso no cabe duda.
Y en este
caso, si bien lo que interesa es que la trama del manuscrito sea adictiva e
interesante desde el principio, si la obra está llena de faltas ortográficas,
de estilo etc., pues, sinceramente, resta, pero no va a ser totalmente
decisivo.
Yo siempre he
dicho que la ortografía y la escritura profesional se pueden aprender y
enseñar, pero el arte de imaginar y crear buenas historias y tramas es mucho
más complejo, ya que forma parte del espíritu artístico de cada uno.
Así que yo
prefiero mil veces, un artista que no escriba del todo bien pero sea capaz de
imaginar historias increíbles que sorprendan al lector, que un escritor con una
pluma increíble pero sin esa imaginación que te hace diferente del resto...
—También es cierto que en literatura casi todo está ya inventado o creado,
entonces ¿qué es lo que busca un editor para publicar un libro?
Precisamente
por lo que has comentado en tu pregunta, lo que buscamos los editores, por lo
menos nosotros, es un manuscrito que te sorprenda, que no sea lo mismo que hay
en el mercado pero cambiando personajes y contextos, necesitamos algo con lo
que nos quedemos sorprendidos y con ganas de saber más... Te aseguro que no es
fácil.
—¿Lo original puede producir rechazo frente a unos lectores
acostumbrados a lo de «siempre»?
Yo, personalmente, prefiero ser original y arriesgarme al rechazo que el ser uno más
del montón... Nosotros hemos rechazado obras de autores que sabíamos que íbamos
a vender bien por el nombre del escritor, porque no nos decían nada.
Desde que
montamos Editorial Vanir, una de nuestras bases es que lo más importante son
nuestros lectores, si no les damos algo diferente y con calidad les estaremos
fallando y eso es algo que no nos podemos permitir...
Mucha gente
piensa que por ser editor estoy a favor de que la gente edite en editoriales o
que voy a defender el hecho de que publiquen en editoriales. Yo lo bueno es que
tengo las dos versiones, porque soy escritor y editor, y en ningún momento
estoy a favor o en contra de autopublicarse o editarse con una editorial. Yo
creo que cada momento y cada autor tiene su mejor forma de hacer las cosas. Si
un autor me viene y me pregunta qué puede hacer, ya que las editoriales no le
cogen el manuscrito, pues por supuesto que te puedes autopublicar. Es una
plataforma increíble que hace algún tiempo no existía y ahora todos los autores
podemos mostrar nuestras obras, venderlas... y muchas personas han saltado a la
fama y después las han cogido incluso editoriales grandes por haber leído sus
obras autopublicadas. O sea, que para mí la autopublicación me parece maravilloso.
Por otro lado, con una editorial tienes detrás, aunque no todas son así, pero
vas a tener una más profesionalización, una corrección, un diseño y algo muy importante: que tu libro
también esté en papel, si la editorial tiene una distribuidora en condiciones, tus
libros van a estar por todas las librerías... entonces, la diferencia entre
tenerlo en Amazon, que en un principio lo vas a tener en ebook, es que la gente
va ir a las librerías y no lo va a encontrar, y con una editorial con una
distribuidora potente, tu libro va a estar en todas las librerías de España.
Conozco a
escritores autopublicados que venden muchísimo y no quieren ni hablar de
editoriales, así que me parece genial las dos formas, pero hay que saber
hacerle a cada autor un traje a medida y saber que es su mejor opción.
—¿Cómo sabe el autor cuál es esa mejor opción? ¿Cuando no te aceptan el manuscrito las editoriales?, porque la autopublicación siempre está ahí disponible para todos.
Si eres un autor novel y no hay una editorial que quiera publicar la obra, no te queda otra opción que autopublicarte. Yo, la única opción por la que me decantaría por una editorial es porque esta me suma muchos factores, es decir, consigo un porcentaje bueno del libro, que detrás de esa editorial hay una corrección, una maquetación y un diseño, que me van a distribuir el libro por todas las librerías españolas, que van a hacerme promoción, que es una editorial que tiene tentáculos en las Redes Sociales, en definitiva, que sea una editorial que le va a sumar a mi libro, que hoy en día hay muchas editoriales que te cogen el libro y te dicen que te lo van a sacar en digital y luego si se vende mucho lo imprimen en papel, pues, entonces, yo, personalmente, como autor que soy, me autoeditaría siempre.
La razón por la que cojas una editorial tiene que ser que realmente sume, porque te puede aportar muchas cosas que un autor novel necesita como un empuje muy fuerte para que la gente te empiece a conocer y si esa plataforma te puede dar esa difusión, pues mira, eso es lo que ganas. Que por supuesto, hay muchos escritores que lo han subido a Amazon, Wattpad y otras... y su libro ha empezado a funcionar, los han conocido mucha gente, pero son los menos casos posibles. Normalmente, si no tienes un empujón que te dé a conocer es muy difícil que de la noche a la mañana vendas muchísimo.
La razón por la que cojas una editorial tiene que ser que realmente sume, porque te puede aportar muchas cosas que un autor novel necesita como un empuje muy fuerte para que la gente te empiece a conocer y si esa plataforma te puede dar esa difusión, pues mira, eso es lo que ganas. Que por supuesto, hay muchos escritores que lo han subido a Amazon, Wattpad y otras... y su libro ha empezado a funcionar, los han conocido mucha gente, pero son los menos casos posibles. Normalmente, si no tienes un empujón que te dé a conocer es muy difícil que de la noche a la mañana vendas muchísimo.
Así que yo, si no me lo cogen, no tendría ningún problema en autoeditarme y si tengo una editorial que se interesa en mi obra, tengo que estudiar muy bien lo que me ofrece, lo que me va a aportar, para tomar luego la decisión definitiva.
—¿Qué consejo le daría a un escritor que quiere publicar su primera
novela y no sabe por qué opción decantarse?
Si el autor ha
probado con las editoriales y ninguna ha mostrado interés en su obra o quiere
él probar su camino, yo veo totalmente loable autoeditarse, me parece algo
fantástico, una herramienta increíble, pero hay que ser profesionales. Si vas a
presentar tu obra en Amazon, tienes que asegurarte de que tu obra está bien
corregida, y tiene la calidad suficiente como para ser publicada, porque si no
puedes cometer el grandísimo error de que te puedes enterrar tú mismo como
autor.
Sé de autores
noveles que subieron su obra a Amazon y cometieron el error de no corregirla o
de que estaba bien corregida o de dejársela a un amigo que le había dicho que
sabía corregir para que se la corrigiese y, al final, lo único que tuvieron
fueron tantas críticas en Amazon que tuvieron que cambiarse el nombre de autor,
porque habían lapidado ya un nombre con el que habían empezado su andadura por
la escritura. Así que hagas lo que hagas, lo tienes que hacer muy profesional.
¿Que quieres autopublicarte? Fantástico. Una vez que lo hagas intenta dar la máxima publicidad, hacerte conocer en Redes Sociales, que es otra arma que tenemos increíble. Hoy tenemos a los lectores ahí, en Facebook, hay que buscarlos, no es como antes que tenías que hacer mucha publicidad, periódicos y todo, ahora no. Ahora tienes en las Redes a tus lectores, así que los puedes ir a buscar. En definitiva, hagas lo que hagas, que lo hagas profesional. Si optas por una editorial o tienes la suerte de que una editorial se fije en tu libro, pues también es una buenísima opción porque sabes que el libro que salga al mercado va a estar cuidado, mimado, corregido, maquetado, diseñado y si tiene una buena distribuidora, como he dicho antes, también va a estar visible en las librerías, lo cual es algo importante. Así que, sí, tienes que ser superprofesional.
¿Que quieres autopublicarte? Fantástico. Una vez que lo hagas intenta dar la máxima publicidad, hacerte conocer en Redes Sociales, que es otra arma que tenemos increíble. Hoy tenemos a los lectores ahí, en Facebook, hay que buscarlos, no es como antes que tenías que hacer mucha publicidad, periódicos y todo, ahora no. Ahora tienes en las Redes a tus lectores, así que los puedes ir a buscar. En definitiva, hagas lo que hagas, que lo hagas profesional. Si optas por una editorial o tienes la suerte de que una editorial se fije en tu libro, pues también es una buenísima opción porque sabes que el libro que salga al mercado va a estar cuidado, mimado, corregido, maquetado, diseñado y si tiene una buena distribuidora, como he dicho antes, también va a estar visible en las librerías, lo cual es algo importante. Así que, sí, tienes que ser superprofesional.
Tal vez haya sembrado más dudas en un campo donde no todo son flores, pero lo que sí hay que tener claro es que ya no existe el monopolio, ya se puede elegir el camino que se quiere seguir sin pensar que por ser autoeditado tenemos una obra de segunda, y que por ser convencional tenemos todo el oro ganado y solo esperamos recibir laureles. En ambas circunstancias hay que luchar por alcanzar nuestros objetivos, sean los que sean.
Meditarlo bien y valorar todas las posibilidades es lo mejor que se puede hacer antes de declinarte por un sitio u otro. Extrayendo conceptos de estas entrevistas podemos encontrar que la autoedición no compite con la editorial convencional, pero hay que tener muy claro que todo hay que hacerlo muy profesional o por el contrario las ilusiones se evaporaran más rápido de lo que pensamos. Ambas formas están obligadas a ello por el bien de cada uno y el del lector, porque menos aún debemos olvidar que ninguna de ellas existiría si no fuera por el trabajo del autor.
Queda también la duda de qué pasa realmente por la cabeza del editor, tanto convencional como autoedición para decidir si una obra entra o no dentro de su catálogo. Eso nunca llegaremos a saberlo, pero sí tengo claro después de haber corregido tantísimas novelas de escritores autopublicados es que las obras a parte de ser buenas y todo lo demás asociado a la edición, han de ser originales, que no repitan clichés, aunque a veces un cliché puede ser lo que busca el lector, y sobre todo que no nos encontremos con un texto tan plano que solo conduzca al lector a cerrar el libro antes llegar a su «fin». No es tarea fácil para nadie la creación de una gran novela, todo está en hacer un buen trabajo con ella después de escribirla.
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